En el mundo de hoy, el nivel de información que recibimos y enviamos a diario se ha multiplicado de manera inmensa con el uso de las redes sociales, WhatsApp y otras plataformas digitales. En medio de ese mar de información muchas veces se hace difícil corroborar si el contenido recibido es real.
El auge de las noticias falsas – diseñadas para parecer verdaderas – puede no solo crear confusión a quien las recibe, además puede tener un impacto negativo a la hora de tomar decisiones informadas para diferentes ámbitos que afectan a nuestras vidas. Una información que no es veraz, no es información y como tal, además de desinformar puede prestarse a la manipulación. Decisiones sobre cuestiones de salud, educación, incluso a quién elegimos en unas elecciones pueden verse afectadas por la desinformación.
Ese desorden informativo creado por las noticias falsas se convierte en una herramienta peligrosa y poderosa que es aprovechada por el discurso de odio o forma de comunicación que ataca los derechos humanos de las personas basándose en sus características o supuesta identidad. El discurso de odio tiene un potencial para promover narrativas populistas e ideologías extremistas violentas, ya que generalmente interpela a los sentimientos y emociones de las personas, reforzando prejuicios, miedos, rabia, etc.
Con esta campaña queremos reflexionar sobre cómo el fenómeno de las noticias falsas cuando se instalan en las redes sociales y plataformas digitales pueden terminar en discursos de odio.
El discurso de odio es un problema actual para la democracia, ya que apela a la libertad de expresión para su libre circulación con el objetivo de atacar y silenciar a grupos minoritarios. Todas las personas somos parte de la democracia y es muy importante que, todas y todos participemos y hagamos escuchar nuestras voces.
La campaña Información veraz para una sociedad segura y tolerante se realiza en el marco del proyecto Organizaciones y grupo de jóvenes fortalecidos para la participación política, que tiene por objetivo fortalecer a grupos de jóvenes para la participación política a través de espacios de aprendizajes sobre elaboración de contenidos y manejo de recursos para el acceso de datos y prácticas de acciones de incidencias.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Unión Europea y la European Partnership for Democracy (EPD) para el programa WYDE Civic Engagement, de participación de la juventud en los asuntos públicos.