Un nuevo informe de Oxfam publicado hoy revela que la fortuna de los milmillonarios aumentó en un 12% en el último año, es decir, 2500 millones de dólares diarios, mientras la riqueza de la mitad más pobre de la población mundial, que equivale a 3800 millones de personas, se redujo en un 11%. La publicación del informe coincide con el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, donde se reúnen los líderes políticos y económicos.
El informe, titulado ‘Bienestar público o beneficio privado’, muestra cómo la creciente brecha entre las personas ricas y pobres está poniendo en peligro la lucha contra la pobreza, perjudicando nuestras economías y alimentando la indignación de las ciudadanas y ciudadanos en todo el mundo. A su vez, revela cómo los Gobiernos están exacerbando la desigualdad al no dotar los servicios públicos, como la educación y la salud, de la financiación necesaria, al conceder beneficios fiscales a las grandes empresas y las personas más ricas, y al no frenar la elusión fiscal. El informe también constata que la creciente desigualdad económica afecta especialmente a las mujeres y las niñas.
El informe revela que, a pesar de que el número de milmillonarios prácticamente se ha duplicado desde el inicio de la crisis económica (entre los años 2017 y 2018 surgía un nuevo milmillonario cada dos días), las élites económicas y las grandes empresas tributan a los tipos impositivos más bajos de las últimas décadas.
– Si el 1% más rico pagase solo un 0,5% más de impuestos sobre su riqueza, podría recaudarse más dinero del necesario para escolarizar a los 262 millones de niñas y niños que actualmente no tienen acceso a la educación, y proporcionar asistencia médica que podría salvar la vida de 3,3 millones de personas.
– En 2015, tan solo cuatro centavos de cada dólar recaudado a través de impuestos correspondían a impuestos sobre la riqueza, como el impuesto sobre sucesiones o sobre la propiedad. Estos tipos de impuestos se han reducido o incluso eliminado en un gran número de países ricos y apenas se aplican en los países en desarrollo.
– También se han reducido drásticamente los tipos impositivos aplicables a las grandes empresas y a las grandes fortunas. Por ejemplo, en los países ricos, el tipo marginal máximo en el impuesto sobre la renta personal se ha reducido, pasando del 62% en 1970 al 38% en 2013. En los países en desarrollo, el tipo marginal máximo en el impuesto sobre la renta personal se sitúa, en promedio, en el 28%.
– En algunos países, como Brasil, el 10% más pobre de la población dedica al pago de impuestos un porcentaje mayor de sus ingresos que el 10% más rico.
El equipo de Oxfam también realizó cálculos para América Latina y el Caribe, donde mientras aumentó la riqueza de los milmillonarios, la pobreza extrema continuó creciendo, alcanzado su nivel más alto desde 2008 y afectando a 62 millones de personas (10,2% de la población):
– La fortuna de los milmillonarios aumentó en un 10% en el último año, es decir, 36 000 millones de dólares, mientras el 20% más pobre de la población, que equivale a 130 millones de personas, vio aumentar sus deudas.
– La fortuna acumulada de los milmillonarios asciende a 414 000 millones de dólares, un monto mayor al PIB de casi todos los países de la región, excepto Brasil, México y Argentina.
– El 10% de los más ricos paga solo un 4,8% de impuesto sobre la renta, aunque debería pagar en promedio un 28%.
– Con el dinero que las empresas dejan de pagar cada año por beneficios fiscales en el impuesto sobre la renta, se podría contratar a 93 000 médicos en Guatemala o 349 000 en Brasil, construir 120 000 viviendas en República Dominicana o 70 000 en Paraguay, y contratar a 94 000 docentes en Bolivia o 41 000 en El Salvador.
– Las mujeres dedican 38 horas semanales al trabajo de cuidados no remunerado, mientras los hombres dedican 16 horas. En comunidades rurales de Colombia, las mujeres dedican en promedio 14 horas diarias a cuidar de sus familiares.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ha señalado:
«El tamaño de tu cuenta bancaria no debería determinar los años que permaneces en la escuela ni cuál es tu esperanza de vida. Lamentablemente, esto es una realidad en demasiados países del mundo. Las grandes empresas y los súper ricos disfrutan de bajas facturas fiscales mientras a millones de niñas se les niega su derecho a la educación y muchas mujeres pierden la vida por la falta de acceso a servicios de atención materna».
El informe también señala que los servicios públicos sufren un déficit crónico de financiación o se subcontratan a empresas privadas que excluyen a las personas más pobres. En muchos países, los servicios de educación o salud de calidad se han convertido en un lujo que solo se pueden permitir las personas ricas. Cada día mueren 10 000 personas por no poder pagar la atención sanitaria. En los países en desarrollo, una niña o niño de una familia pobre tiene dos veces más probabilidades de morir antes de alcanzar los 5 años que una niña o niño de una familia rica. En países como Kenia, una niña o niño de una familia rica estudia, en promedio, el doble de años que una niña o niño de una familia pobre.
Las bajadas de los tipos impositivos en el impuesto sobre la riqueza benefician sobre todo a los hombres, quienes poseen un 50% más de riqueza que las mujeres a nivel global y controlan más del 86% de las grandes empresas. En cambio, cuando se descuidan los servicios públicos, son las mujeres y las niñas en situación de pobreza las que más sufren las consecuencias. Por ejemplo, las mujeres dedican horas no remuneradas para cuidar de sus familiares enfermos cuando los servicios públicos de salud fallan. Oxfam estima que, si una única empresa se encargase de realizar el trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo las mujeres de todo el mundo, su facturación anual ascendería a 10 billones de dólares, 43 veces más que la de Apple, la mayor empresa del mundo.
«En todo el mundo hay cada vez más personas que se sienten frustradas y enfadadas. Los Gobiernos deberían actuar inmediatamente para lograr cambios reales asegurándose de que las grandes empresas y las personas más ricas paguen los impuestos que les corresponden justamente, e invirtiendo este dinero en servicios gratuitos de educación y salud que satisfagan las necesidades de toda la población, incluidas las mujeres y las niñas, que se ignoran con demasiada frecuencia. Los Gobiernos pueden construir un futuro más prometedor para todas las personas y no solo para una minoría privilegiada», añade Byanyima.
Fuente: Oxfam Internacional