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Resistencia y solidaridad campesina en medio de la crisis sanitaria

By 17 abril, 2020No Comments

El 7 de abril comenzaron las ollas populares en el casco urbano de la ciudad de Repatriación, Caaguazú, una forma de paliar el hambre que ya se empezó a sentir, y aun más en los cascos urbanos.

“No podemos seguir esperando que nos llegue el subsidio, hay familias enteras que ya están pasando hambre”.

“Como grupo social, familiar y religioso, las personas que pertenecemos a esta comunidad nos juntamos y hacemos ollas populares, estamos con eso para poder aguantar y quedarnos en nuestras casas. Solamente salimos cuando no hay de otra”. Nos comenta Sonia Villalba, de la Comité San Francisco, a su vez perteneciente a la Coordinadora de Organizaciones Sociales de Repatriación. Hoy, unas 130 personas comen diariamente de esta iniciativa solidaria.

“No es muy fácil la situación, yo vivo en el casco urbano de Repatriación, y vivimos de los trabajos diarios”, recalca.

Nos cuenta que la idea surge luego de una conversación vía WhatsApp del grupo, de preguntarse cómo iban a sobrellevar esta crisis, y una de las salidas que vieron es esta, colaborar entre todas las personas que puedan y hacer una olla popular.

Vimos la necesidad, ya que hay familias que tienen 4 niños, otras más, y no tienen qué darle de comer, de esta preocupación surge la idea de la olla común.

Comenta, que empezaron a golpear las puertas de las autoridades municipales y gubernamentales, ya que tienen una concejala departamental y dos concejales distritales que salieron de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de Repatriación (Cosor), «y ellos a su vez están golpeando las puertas a nuestras autoridades departamentales».

Para el almuerzo, utilizan productos de la huerta, sin agroquímicos, para cuidar la salud, “nuestra comida es en base a una alimentación saludable, casi todo es producto de la chacra y la huerta».

Cada familia colabora con lo que puede, con lo que tengan en sus chacras, y con todo cocinan diariamente para alimentar aproximadamente a 130 personas.

La Agricultura Familiar Campesina nos alimenta, “aunque esté muy golpeada porque no tiene apoyo del gobierno, alimentamos a nuestra gente”.  Este trabajo refuerza la idea de que las organizaciones campesinas podemos sostener y alimentar a nuestra gente que menos tiene. “Demuestra nuestra fuerza como sectores organizados.”

Las ollas populares y solidarias se repiten en cada comunidad, esta es la forma en que estamos resistiendo en este país, gracias a organizaciones campesinas.