Un grupo de 16 organizaciones de la sociedad civil (OSC) ha enviado una carta abierta a los Ministros de Finanzas del G20, a los Presidentes de los Bancos Centrales y al FMI en la que demandan una nueva emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) por un monto equivalente a 2,5 billones de dólares, y una reforma de los criterios para distribuirlos de forma más justa y en función de las necesidades de los países.
La carta se envió antes de la reunión del Directorio del FMI, a realizarse el miércoles 13 de abril, en la que se debatirán los planes actuales del Fondo para canalizar los DEG a través del recién creado Fondo Fiduciario para la Resiliencia y Sostenibilidad (FFRS o RST, por sus siglas en inglés).
La carta abierta expresa: “A principios del año pasado solicitamos una asignación de derechos especiales de giro (DEG) del FMI por un monto de $3 billones. En agosto pasado, el FMI asignó $650 mil millones. Los DEG recibidos, sin condiciones ni cargas de deuda adicionales, pronto se convirtieron en la herramienta de mayor impacto a la que los países en desarrollo accedieron efectivamente, en medio de un escenario de apoyo insuficiente para dar respuesta a la crisis”.
Sin embargo, continúa señalando que “debido a las reglas que rigen su distribución, más de $400 mil millones en DEG se destinaron a economías avanzadas que no los necesitan”. Más aún, los mecanismos utilizados para redistribuir los fondos han estado hasta ahora muy lejos de los principios de recanalización establecidos por las OSC de manera oportuna, y esto incluye el Fondo Fiduciario para la Resiliencia y Sostenibilidad del FMI.
Patricia Miranda, Directora de Incidencia Global de Latindadd, enfatizó que “la nueva emisión de DEG y la recanalización no debe perder el espíritu de proveer liquidez sin incrementar la deuda y sin condicionalidades para los países de ingreso medio y bajo que hoy enfrentan a una recuperación desigual”. Concluyó que “en medio de un contexto de inflación, incremento de tasas de interés y riesgo de un mayor endurecimiento de las condiciones financieras internacionales, se necesita una nueva emisión como fuente de financiamiento para los ODS y la agenda climática”.
Las OSC plantean varias medidas para una nueva asignación de DEG y para reformar los sistemas actuales para su canalización, entre las que se encuentran:
- Reformar los criterios de distribución de DEG, actualmente basados en un sistema de cuotas inequitativo, a fin de centrarse en las necesidades y vulnerabilidades de los receptores.
- Acordar factores desencadenantes para futuras asignaciones en función de las necesidades.
- Una recanalización justa y rápida de los DEG de las economías avanzadas a las economías en desarrollo, sin imponer condiciones de política.
- Los canales del FMI, como el RST, deben desvincular la elegibilidad de contar con otro programa del FMI, priorizar la apropiación y la transparencia del país, y abstenerse de vincular el financiamiento a condicionalidades políticas dañinas, particularmente aquellas enfocadas en la consolidación fiscal.
La carta señala la predisposición de los firmantes para trabajar y examinar las medidas propuestas, así como su implementación. Concluye solicitando “la creación de canales apropiados para consultas continuas con la sociedad civil en todos los niveles”.