Nos reunimos con comunicadores y expertos en comunicación digital para conversar sobre las preocupaciones en torno a las amenazas digitales – noticias falsas, bots, discursos de odio, etc. – y su impacto en los procesos electorales.
En líneas generales, la preocupación compartida en torno a la generación de información tanto en medios tradicionales y redes sociales, se relaciona con elementos como la manipulación, distorsión, intolerancia, y sesgo de la información. La idea se instala en base a lo que se siente y no en base a lo que pueda verificarse.
Preocupa la precarización laboral de periodistas, en el sentido que los medios no cuentan con un equipo de periodismo de investigación. Los periodistas no pueden dedicar tiempo a filtrar o analizar la calidad de los contenidos, un “fact-checking” o verificación de los hechos. Como resultado, la noticia o la desinformación que se instala primero en las redes sociales, es cubierta por los medios como un “fenómeno de redes”; no como un análisis del contenido que está en discusión o con un filtro de veracidad.
Se enfatizó la necesidad de debatir la información con la suma de voces especializadas para el abordaje de temas sensibles; impulsar talleres con periodistas, comunicadores y grupos en situación de vulnerabilidad para ofrecer las herramientas mínimas; generar filtros que permitan atenuar la desinformación/distorsión y potenciar la información bien realizada y verificada, entre otros.
