El jueves 2 de marzo tuvimos el taller Amenazas Digitales con Leonardo Gómez Berniga, abogado y comunicador, con investigaciones en temas electorales, social media, tecnopolítica, democracia y políticas públicas.
Revisamos casos de desinformación y cómo repercutieron sobre decisiones concernientes a políticas públicas. En los últimos años en Paraguay se viene validando a mucha gente para desinformar. Existe un sector que encuentra esta situación como un elemento de tensión política y a través de la desinformación, un recurso de acción política. Estos sectores juegan con una urgencia emocional. No se trata de discutir argumentos sino de neutralizarlos. De neutralizar la participación social, cívico – política de la gente. No es solo una información con contenido que está mal, hay toda una intencionalidad detrás. Se presiona a actores políticos hasta hablar del tema y con ello validar el discurso.
¿Qué rol tienen los periodistas y comunicadores? ¿Cómo se establece criterios periodísticos detrás de estas cuestiones? Existen muchos sitios de verificación de contenidos. Recurrir a las autoridades o especialistas sobre el tema, y evitar tomar estas voces nada más porque generan rating, interacción o atracción de tráfico en redes. Muchas veces la propia sostenibilidad de los medios radica en el click-bate o enganche de titulares llamativos. El problema de esa oportunidad es que a veces vienen de la mano de mensajes no verificados o de información con poca calidad.
Trasladando el tema al campo electoral, la desinformación puede incidir directamente en la opción que tomen las personas o en la desconfianza, tanto en la autoridad electoral y también en los candidatos y candidatas que están en pugna. Las mediciones del consumo de información en Paraguay sugieren que la televisión y la radio siguen siendo la principal fuente de información, a pesar de la alta penetración de las redes sociales. Sin embargo, mucha información es generada y corre a través de los grupos de WhatsApp. En este sentido, una persona no confía necesariamente en la información porque le llegó a través de medio, sino por la fuente de la información, quién le envió el mensaje. Los mensajes son validados porque llegan desde un entorno de confianza, si la desinformación llega al entorno de confianza se asume como algo correcto, siendo este uno de los puntos de acceso a la información. Cuando tenemos una situación de desinformación, es importante saber es de dónde viene el mensaje, quiénes difunden, cómo lo están haciendo, y por qué grupos están pasando.