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El SMO no es la respuesta para una juventud afectada por la pobreza y la vulnerabilidad

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Ante el debate público sobre cobros de tasas militares en relación al Servicio Militar Obligatorio (SMO), el cual se ha extendido a la misma finalidad o razón de ser del SMO, desde Decidamos – Campaña por la Expresión Ciudadana, manifestamos lo siguiente:

Consideramos que el SMO no es una alternativa válida para la juventud, y que el mismo no realiza contribución alguna para los desafíos que tenemos como sociedad. El SMO sigue constituyendo un sinónimo de prácticas y principios contrarios a la democracia, como el autoritarismo, la obediencia ciega, la sumisión a una estructura verticalista sin posibilidad de pensar distinto, la resolución violenta de conflictos, entre otros.

Datos oficiales sobre la situación de pobreza y vulnerabilidad económica de adolescentes y jóvenes (franja de edad de 15 a 29 años) son realmente preocupantes: unos/as 468.000 están en situación de pobreza; y alrededor de 856.000 se encuentran con v ulnerabilidad económica. Es decir, alrededor de 1.300.000 adolescentes y jóvenes paraguayos/as sufren una privación absoluta o muy limitado acceso a derechos como la educación, la salud y el trabajo.

Lo dicho en el punto anterior es una muestra de que las respuestas que precisa la juventud paraguaya desde el Estado, deben estar centradas en planes y acciones que contribuyan a mejorar su calidad de vida y que les garanticen acceso  derechos. Y el SMO de ninguna manera es una respuesta efectiva y apropiada ante la pobreza y vulnerabilidad que sufren una gran cantidad de jóvenes paraguayos.

Por tanto, exhortamos a las autoridades correspondientes a invertir esfuerzos en el diseño, implementación y fortalecimiento de políticas públicas que realmente permitan que las y los jóvenes tengan acceso a derechos y a oportunidades para desarrollarse, realizarse como personas y contribuir a la sociedad.

No es posible pensar en un país con buen presente y futuro si no se invierte en garantizar educación, salud, trabajo y otros derechos para la juventud. Y si se sigue priorizando el SMO como respuesta para dicho sector, el Estado seguirá errando el camino.

Nuestro país necesita jóvenes que aprendan a convivir con pluralidad, solidaridad y tolerancia. Una cultura belicista no es posible sostenerla en este siglo.

La paz es el camino.

Asunción, 27 de diciembre de 2018

Foto: Jorge Sáenz

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