Los sistemas tributarios tienen efectos sobre las brechas económicas entre hombres y mujeres, tanto para acentuarlas como para reducirlas. Este estudio explora los vínculos entre el sistema tributario y las desigualdades de género y describe las principales brechas económicas entre hombres y mujeres, las cuales se acumulan cuando consideramos el nivel socioeconómico (deciles) y el área de residencia (rural/urbana). Para el análisis, se utilizaron datos de personas de 18 años y más de edad, provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada en 2016.
La fiscalidad no es neutral al género, porque las recaudaciones financian políticas necesarias para las mujeres, ya sea con programas direccionados específicamente hacia ellas o mediante políticas sociales integrales, ya que en la medida que se tengan políticas públicas que benefician a la población que enfrenta problemas específicos, también se mejorarán las condiciones de vida de las mujeres.
Una baja carga tributaria y la inexistencia de mecanismos eficientes para reducir la evasión y elusión disminuyen las recaudaciones y con ello conducen a la escasez de recursos públicos. Sin recaudaciones, el Estado no puede ofrecer servicios para mejorar el bienestar y reducir las brechas, entre ellas las de género. Las mujeres son las principales responsables de la administración del hogar, por lo tanto tienen la responsabilidad de asegurar que los recursos maximicen el bienestar de todos los miembros. Este rol implica mayores esfuerzos cuando la estructura tributaria
es inequitativa, ya que gran parte de los bienes y servicios adquiridos en el hogar pagan impuestos, reduciendo la capacidad adquisitiva del ingreso.
Descargar: Resumen 5 – Equidad Fiscal