Por Arístides Ortiz Duarte
La superficie de la ciudad de Asunción es de 11.700 hectáreas. Este tamaño entra 64 veces en 756.000 hectáreas, la cantidad de bosques talados en Paraguay en tres años según el último reporte de cobertura forestal y cambio de uso de suelo en todo el territorio paraguayo.
Si cualquier asunceno imaginara esta comparación, vería, antes que personas, casas y calles, incontables especies de animales terrestres y acuáticos y vegetales aniquilados a causa de la apetencia del mercado local y global por la carne vacuna y la soja. Una destrucción ambiental y de seres vivos que, en el caso paraguayo, parece inevitable, ya que su economía depende mucho de la agroganadería.
El reporte fue presentado el pasado 27 de setiembre por el Instituto Forestal Nacional (INFONA).
Los bosques de la Región Occidental o Chaco fueron los más depredados entre el 2017 y el 2020: 667.076 hectáreas (el 88 % de todo lo deforestado) dejaron de existir, gran parte de ellos a manos de la producción ganadera vacuna, y muchas menos por el avance de la agricultura extensiva, sobre todo de la soja transgénica, cuyo cultivo migró de la Región Oriental -donde impera la Ley de Deforestación 0- al Chaco. El saldo de árboles, arbustos y plantas de la planicie chaqueña que desapareció estaba, en orden de cantidad, en los departamentos de Boquerón, Alto Paraguay y Presidente Hayes, donde reinan la producción menonita y la de los inversores y latifundistas uruguayos y brasileños.
En la Región Oriental fueron desmontadas 89.890 hectáreas de bosques, completamente ilegales ante la Ley citada arriba pero prácticamente sin que haya castigados con cárcel por el delito ambiental cometido. Aquí se destaca que el cambio de uso de suelo se realizó principalmente en las parcelas de entre 2 y 20 hectáreas: alrededor de 50.000 fueron talados en esas dimensiones de tierra. Y, más resaltante aún, de este último número, 10.823 hectáreas fueron deforestadas para el cultivo de cannabis sativa, de las cuales el 20% se asienta dentro de áreas silvestres protegidas, como parques y reservas forestales. Esto revela el avance de la opción de los pequeños productores por el cultivo de la marihuana, de alto valor en el mercado regional. No obstante, este tipo de cultivo representa como causa apenas el 1,5% del total (756.000) de bosques talados en los tres años.
El reporte revela que Paraguay tiene aún 15,9 millones de hectáreas de bosques, de los cuales 2,7 millones se extienden en la Región Oriental y 13,2 millones en el Chaco.
La legislación paraguaya aplica la Ley 6676/20, denominada Deforestación 0, solamente en la Región Oriental. En el Chaco, «la conversión de bosques para otros usos…» está permitida, es decir, no está prohibida en la Región Occidental la acelerada deforestación que se evidencia en este reporte. El «manejo y aprovechamiento» de los bosques de esta región está reglamentada por las leyes 294/93, de evaluación de impacto ambiental; la 3464/08, que crea el INFONA; la 422/72, Forestal, y la 4241/14, de restablecimiento de bosques protectores de causes hídricos. De todos modos, las reglamentaciones de estas leyes son transgredidas con impunidad por los grandes productores agropecuarios ante el escaso control y sanción del INFONA y de la Fiscalía de Delitos Ambientales que funcionan en el Chaco, tal como se comprueba en este reporte oficial del gobierno.
Paraguay también cuenca con la Ley 716/95, que sanciona delitos contra el medio ambiente con penas de entre tres a ocho años de cárcel y multa desde 500 a 2000 jornales mínimos legales. Pero está ley prácticamente no se aplica.
Las notas resaltantes de este último informe son dos. La primera es el perfil científico del contenido del reporte, ya que fue certificado por expertos de la Dirección de Postgrado de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y los mapas fueron generados por expertos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Paraguay.
La otra novedad es que, por primera vez, el INFONA elabora un análisis de las causas del cambio de uso de la tierra que tiene como consecuencia la deforestación: tal como se lee en el reporte enlazado arriba, este no solo revela información certera sobre la cantidad de bosques que existe en el país y la que fue talada en un determinado periodo de tiempo, «sino también cuáles son las causas de la deforestación en Paraguay», las que en este artículo se destacan.
Fuente: HINA
Fotografía: Cecilia Rojas