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La Hidroeléctrica expropió en los ochenta 180.000 hectáreas en Paraguay y Brasil para área de protección del embalse, pero hoy es aprovechada por criminales, agroempresarios y políticos.
A principio de los años 80, la gigante empresa paraguayo-brasileña expropió 180.000 hectáreas en ambos países para establecer una franja de bosques de protección de las aguas del embalse. Sin embargo, esta franja es utilizada por el crimen organizado para el tráfico ilícito de drogas, cigarrillos, armas, rollos de madera, electrónicos y otros, según pudo corroborar esta investigación.
En la Franja de Protección de la gigante empresa Binacional se esconden puertos clandestinos montados por el crimen organizado, tanto en la costa paraguaya como la brasileña. Esta área protegida de bosques tiene unos 1.524 kilómetros de largo, desde el distrito de Hernandarias hasta Salto del Guairá en Paraguay, y desde Foz de Yguazú hasta Guaira en Brasil.
Además de esta gigantesca red mafiosa oculta en los montes, existen otros negocios irregulares apañados por la corrupción en la administración de la Binacional, como lo son los clubes privados que utilizan parte de la franja de Itaipú o poligonal envolvente, violando la ley.
Las tierras de la Binacional también fueron objeto de invasión de cientos de agroproductores, la mayoría de nacionalidad brasileña, así como también políticos paraguayos, que deforestaron los bosques para convertirlos en extensos cultivos de soja o pastura para ganado.
La Ley 752 del 20 de julio de 1979, que ordenó la expropiación, señala en su artículo séptimo: ”Los bosques y las demás formas de vegetación natural existentes en el área delimitada y comprendida entre la cota 225 y la línea poligonal envolvente, serán de conservación permanente”.
Este trabajo de ÚH, con el apoyo de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación del ICFJ en alianza con Connectas, descubrió todo un esquema de negociados, mafia y descontrol en el manejo de las tierras públicas de la Hidroeléctrica paraguayo brasileña, desde la era de la dictadura militar stronista en los años 70 hasta nuestros días.
LOS NEGOCIOS ILÍCITOS. El reporteo en la zona y mapeo satelital realizado por este equipo de investigación identificó cientos de puertos clandestinos dentro de la Franja de Protección de Itaipú, llamada en el lado brasileño Área de Preservación Permanente (APP).
Esta información fue compartida con representantes del Ministerio Público y del Ministerio del Interior, pero sin mucho eco y con más promesas que acciones. Recién con el trabajo de la Unidad Interinstitucional de Lucha contra el Contrabando (UIC) y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) logramos certificar que un grupo de los puntos que habíamos identificado efectivamente eran puertos clandestinos.
Otra situación irregular en las tierras de Itaipú es la presencia de clubes privados y condominios de lujo, que lograron instalarse dentro de dicha franja, violando lo establecido por la Ley 752/79.
Los propietarios de las enormes extensiones de campo de soja y pasturas de ganado que rodean a toda la franja de Itaipú, la mayoría de ellos brasileños, también han protagonizado ocupaciones ilegales y deforestación en las tierras de la Binacional.
LOS DESTERRADOS. Los estudios antropológicos señalan que fueron unas 38 comunidades las desterradas por la Itaipú Binacional en el lado paraguayo, sin indemnización y en condiciones precarias, al igual que los ava guaraní del lado brasileño.
En total, 60 mil indígenas fueron afectados, según estudios de la Pontificia Universidad Católica de Paraná, que retrata el sufrimiento padecido por los nativos, víctimas de las dictaduras militares de Alfredo Stroessner en Paraguay y de Emilio Garrastazú Médici en Brasil.
Los informes de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil y el Informe de la Comisión de Verdad y Justicia (CVJ) de Paraguay también detallan el violento despojo sufrido por los ava paranaénses, las violaciones e irregularidades cometidas.
El antropólogo Bartomeu Meliá, miembro del equipo que realizó los estudios iniciales, y también los estudios profundos de la antropóloga Mariblanca Barón publicados recientemente, señalan la deuda histórica de la Hidroeléctrica con los indígenas.
Estos estudios no son reconocidos aún por Itaipú, que ocultó de su historia la discriminación y destierro que cometió contra los nativos de la zona, para posteriormente realizar negociados con empresarios, la mayoría extranjeros, quienes se instalaron con sojales, ganado, clubes privados y puertos clandestinos que utilizan las aguas fronterizas para el tráfico ilícito, según descubrió esta investigación periodística.
La investigación de ÚH irá desglosando a lo largo de esta serie los nombres de los empresarios, políticos y funcionarios implicados en esta historia de usos y abusos de los bosques de protección de Itaipú desde el stronismo hasta nuestros días.
Fuente: Diario Ultima Hora
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