Por Verónica Serafini Geoghegan
Paraguay está ubicado entre los países menos desarrollados de la región. En los últimos años hubo mejoras en muchos ámbitos gracias a la implementación de políticas públicas y al aumento de la inversión social.
Los mayores logros se observan justamente en aquellos ámbitos en los que ha habido esfuerzos, estrategias diseñadas con fundamento en la evidencia empírica existente y recursos invertidos. Los pasos atrás se observan en el acceso a la tierra y el conflicto agrario que afecta de manera directa a la población rural, pero con consecuencias en las poblaciones urbanas debido a la migración hacia las ciudades, sobre todo de jóvenes, para quienes no hay respuestas de calidad.
Los años venideros requerirán cambios estructurales en las políticas públicas, ya que el crecimiento económico se mantendrá relativamente bajo y la cobertura de las políticas se ha ampliado a nivel nacional, pero se mantienen importantes desigualdades regionales, por nivel de ingreso, por sexo y por área de residencia.
Por el lado de los recursos para el financiamiento de las políticas, la presión tributaria está estancada y el país llegó a los límites prudenciales de endeudamiento, lo que también exige una revisión profunda de la estructura tributaria y de los mecanismos de evasión y elusión para recaudar más y de manera más justa.
Los datos expuestos muestran el aumento de la inversión social por persona en los últimos años en las principales funciones (salud, educación, promoción y acción social, seguridad social). De todos modos, el nivel al que se llegó en 2016 todavía está lejos del promedio latinoamericano. Mientras este promedio se ubica en US$ 728 dólares por persona al año, el de Paraguay apenas llega a US$ 422. Los países que tienen la mayor inversión social de la región son Chile (US$ 2.180) y Uruguay (US$ 1.933).
Fuente: Revista Economía y Sociedad