Pescadores de la zona de Remanso, confirmaron que la empresa Signature SRL ha consumido hasta ahora más del 50% del islote ubicado frente a la Isla San Francisco (en Remanso) donde la citada empresa viene realizando el relleno hidráulico para la firma Vimerica S.A. que planifica un supuesto complejo turístico. La casi extinción del islote sería un crimen ecológico con la complacencia del MADES.
Los trabajadores del río aseguran que las tareas de refulado afectan directamente a las canchadas (área de pesca habilitada por el MADES) perjudicando el trabajo de los mismos y a la superficie del citado islote.
En los más de un año y medio que la empresa Signature Refulados SRL viene realizando las tareas de refulado, (relleno hidráulico) de la Isla San Francisco, se ha consumido prácticamente el 50% del islote que está ubicado en frente, manifestaron los pescadores de Remanso, que desde el pasado viernes se encuentran en movilización permanente contra Signature SRL y de Vimerica S.A., la empresa dueña del megaproyecto turístico que se planifica en el lugar.
Recordemos que en reiteradas intervenciones realizadas por fiscalizadores del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) se ha podido constatar que la empresa Signature SRL, de Paul y Norman Hellmers, han sobrepasado los límites establecidos dentro de la misma licencia ambiental para la extracción de arena para el relleno hidráulico de la isla San Francisco.
De esta forma, la empresa ha ingresado con su draga a la zona del islote, patrimonio natural del Estado, consumiendo hasta ahora más de la mitad de su superficie original, en presunta violación a las leyes ambientales y sin que el MADES, actualmente a cargo de Ariel Oviedo, haya hecho nada al respecto.
“Hace dos años, ambos islotes eran uno solo y era una superficie grande de tierra que servía para el hábitat de numerosas especies silvestres de aves, reptiles y otros”, sostuvo uno de los pescadores del lugar.
Actualmente, el islote está partido en dos debido a la extracción de arena de su superficie por parte de la empresa Signature SRL.
Según la licencia ambiental otorgada por el MADES, el refulado debía realizarse solo con material extraído del borde de la Isla San Francisco y no podían cambiarse los perfiles del cauce del río. Sin embargo, la empresa contratada por Vimerica S.A. no respetó las condiciones establecidas en la citada licencia y procedió unilateralmente a extraer arena del islote modificando igualmente el cauce del río al partir en dos la superficie del mismo.
Complacencia del MADES
El Ministerio del Ambiente, realizó varias intervenciones para verificar los trabajos de refulado de la Isla San Francisco. En todas ellas los fiscalizadores del ministerio constataron que Signature SRL se encontraba extrayendo arena del islote, lejos del área que le fue habilitada para el refulado.
Se ordenó entonces la apertura de un sumario administrativo en contra de la empresa Signature SRL pero bastó el informe de la empresa privada Logos SRL, contratada por Vimerica S.A. que concluyó de que el islote en realidad es un banco de arena, para que la empresa sumariada sea absuelta.
No se tuvieron en cuenta todos los criterios técnicos de los fiscalizadores del MADES que señalan de que el islote es un importante recurso natural “para el desarrollo biológico de animales silvestres, especialmente de aves entre las que se encuentran especies migratorias. Se pudo observar que algunas aves utilizan de manera ocasional el sitio para descanso, alimentación y otras actividades para cubrir sus actividades biológicas”, señala uno de los informes técnicos de los fiscalizadores del MADES que no fueron tenidos en cuenta en el sumario administrativo.
Es importante señalar que la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna), a instancias del senador Salyn Busarquis, viene analizando todo el proyecto a fin de determinar si hubo o no daño al medioambiente e incluso ha intercedido en la parte social para buscar una solución entre pescadores y la empresa responsable del proyecto.
Pero también brilla por su ausencia la Fiscalía del Ambiente que debería actuar en consecuencia y castigar, si corresponde, a los responsables de este presunto grave crimen ecológico.
Fuente: Primer Pliego