A través de una propuesta de investigación presentada al CONACYT, un equipo de investigación liderado por la Dra. María Del Carmen Gómez finalizó la etapa de recolección de datos en diferentes Unidades de Salud de la Familia (USF), con el objetivo de conocer cómo estos equipos de salud están afrontando la pandemia del COVID-19 en sus territorios de incidencia.
Mediante la elaboración y aplicación de un instrumento (previa realización de prueba piloto), fue posible relevar información cuantitativa y cualitativo de la situación de las USF en lo relacionado a infraestructura, equipamientos, medicamentos, insumos; además de la capacitación recibida para afrontar el escenario de la pandemia en temas como telemedicina y comunicación. En entrevista para el programa Estación Sur por radio Fe y Alegría, la Dra. María Del Carmen Gómez señaló al respecto “A parte del manejo de los casos sospechosos de COVID-19, los casos positivos, de los contactos, cómo manejaron también el resto de las enfermedades no COVID-19 porque sabemos que no todas las enfermedades son COVID-19. Están los diabéticos, los hipertensos, están las embarazadas, están los niños que necesitan vacunación. Cómo fueron manejando las USF toda la situación de sus comunidades correspondientes”.
El rol de las Unidades de Salud de la Familia ha sido fundamental para el proceso vivido durante la cuarentena, ya que el conocimiento que tienen sobre la salud de su población fue clave para la prevención y manejo de casos sospechosos. “Las USF son servicios que están en donde vive la comunidad, el equipo le conoce a su comunidad, saben cuantos y donde viven los diabéticos, los hipertensos, los asmáticos, los fumadores, los obesos esto es importante ya que son a quienes más afecta el Covid-19 desde el punto de vista de gravedad. Las USF lo primero que hacen es el censo y el relevamiento de las personas que están en riesgo. Ellos tienen datos concretos de su población entonces pueden trabajar en la parte promocional y la parte preventiva que es lo que ahora se está propugnando con el tema de COVID-19. Nos parece fundamental el trabajo de las USF sobre todo para poder manejar casos leves, casos de contactos, de tal manera de no recargar a los hospitales, que a los hospitales lleguen los pacientes que realmente necesitan de esa infraestructura” comentó.
Están siendo estudiadas 10 USF, cada una con características y criterios diferentes en referencia a su responsabilidad, ubicación (comunidades urbanas, suburbanas, área rural y comunidad indígena) y fue incluida además una USF móvil. Esto permite a la investigación relevar diferentes realidades y modos de trabajo.
Durante las visitas se evaluó a las USF con un instrumento para recolección de datos cuantitativos diseñado de acuerdo a instrumentos de calidad de referencia internacional y el protocolo elaborado por la Dirección de Atención Primaria para el manejo de los pacientes en la pandemia; a fin de conocer, entre otras informaciones, si las unidades de salud pudieron llegar a las comunidades y realizar la captación de casos sospechosos, además de continuar la atención a pacientes no COVID-19.
“Nos pareció importante conocer cómo se prepararon, cómo de alguna manera se ingeniaron, qué es lo que necesitan para poder atender mejor a su comunidad. Por otro lado, también cuál es la percepción que tiene la comunidad ya que aparte de hacer un relevamiento cuantitativo hicimos entrevistas semi-estructuradas a usuarios de las USF y también unas entrevistas a profundidad a referentes, actores importantes a nivel social para conocer cómo ven al actuar de las USF. Nos parece importante poder recabar con eso las lecciones aprendidas, cuáles fueron los aciertos, cuáles fueron las dificultades y que esto sirva como una base también de sugerencia de qué aspectos se deberían mejorar para poder brindar una atención adecuada a la comunidad”.
Posterior al procesamiento y análisis de la evaluación, la Dra. Gómez comentó que se tiene previsto volver a las USF para hacer una devolución tanto al equipo de Salud de la Familia como también a las y los actores de la comunidad entrevistados y las autoridades locales. “Mostrarles qué encontramos y poder compartir, intercambiar ideas y hablar de las propuestas. Eso es importante en toda investigación, que se pueda hacer la devolución, que ellos también conozcan los resultados. Es importante para nosotros hacer la presentación a nivel local”.
Existen actualmente más de 800 USF en todo el país, cuya gran fortaleza reside en el conocimiento que tienen de su comunidad. En este sentido entre las fortalezas detectadas en las USF visitadas se pudo notar que cuentan con censos de la población que les permite conocer exactamente la situación de la salud de las y los pobladores, y realizar un monitoreo domiciliario a través de los agentes comunitarios de salud . “Las USF son las que cuidan, hacen el seguimiento de estas personas previo a irse al hospital y después también. Por eso nos parece muy importante sobre todo para que no se corte la línea de atención a estas personas que son más propensas a tener casos graves (COVID-19), que son los diabéticos, los hipertensos, etc. Esas personas se tienen que poder controlar en las USF para que no se compliquen, para que estén bien, para que reciban su medicamento. Porque de eso depende de que, si tienen COVID-19, no sea grave. A nosotros nos parece muy importante el rol y también nos parece importante que ellos cuenten con la infraestructura adecuada, cuenten con el equipamiento adecuado”.
En relación a una de las dificultades encontradas señaló el sistema de información/ comunicación de las USF debido a que en muchos casos las y los funcionarios deben recurrir al uso de sus teléfonos personales para contactar con los pacientes, además de la escasez de equipos informáticos. En la misma línea, se encuentra la provisión de medicamentos. “Sería bueno que el equipo cuente con sistema de información y comunicación que le permita seguir haciendo una parte del trabajo por teleconsulta y dejar las consultas presenciales para los casos que no se pueden evitar. Hay dificultades en la provisión de medicamentos. Cada USF sabe cuántos hipertensos tiene, saben que esos hipertensos van a necesitar tanta cantidad de comprimidos de enalapril, de losartán, y no siempre reciben la cantidad que ellos necesitan y eso causa también dificultades. Pero sí consideramos que tienen un potencial, como que fueron subutilizadas estas USF. En un comienzo se centró la atención en los hospitales, en todo sentido pero creemos que las USF tienen un potencial muy grande para el tema de seguimiento de pacientes. Se debe aprovechar más esta potencialidad que tienen”.
Cabe recordar que el proyecto de investigación PINV20-235 “La Atención Primaria de Salud: rol del primer nivel de atención durante la epidemia y la endemia del COVID-19”, cuenta con el apoyo del CONACYT a través de PROCIENCIA y financiado por el Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI) y es llevado adelante por Decidamos. El trabajo del equipo inició en el mes de setiembre con el diseño de los instrumentos de recolección de datos, validación por expertos y experimentación piloto. La finalización del trabajo está previsto para el mes de febrero del 2021, con la publicación de dos estudios: uno sobre los hallazgos cuantitativos y otro sobre la percepción de la comunidad y actores principales de la comunidad del trabajo realizado por las USF.